No podía ser de otra forma, abro el reto con la que creo que es mi flor preferida, la amapola, esta primavera hay miles de amapolas por todo el campo, ahí tan silvestres ellas, tan delicaditas y tan poca cosa, pero hay que ver lo que alegran el paisaje, divinas, me encanta. Y la foto... espectacular, ¿o no?
Le he querido dar un poco de emoción antes de confesar: la foto no es mía, qué más quisiera yo, se la he pedido prestada a mi esposo, un fotógrafo profesional, aunque por desgracia no sea esta su profesión, que no está el patio como para vivir del arte, pero sí vocacional y aficionado muuuuuy aficionado, doy fe. Sigo manteniendo mi reto de aprender, de él y de mi niño, (para mí los mejores, ¡cómo no!) pero se han dado dos circunstancias, la primera, que ya se me había metido en la cabeza la foto de la amapola, y la segunda, que como duran tan poco y ha llovido de forma tan descomunal, no ha quedado casi ninguna, y las poquitas que quedan están así como espachurradas, una pena, tiré de archivo y no del mío. Pero esta que sigue sí que es mía, 100%, ¿apreciará alguien la diferencia?
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