Keep calm and.. crochet

Keep calm and.. crochet
Keep calm and.. crochet on

viernes, 23 de septiembre de 2016

Inspiracionismo.

No creo que este bonito palabro exista en el diccionario, pero a mí me gusta definir con él lo que acabo de hacer: dícese del acto de inspirarme en algo hermoso y reproducirlo a mi leal saber y entender. Desde hace tiempo me viene gustando este tipo de muñequines que anda casi omnipresente en la red, al menos para todos los aficionados al mundo amigurumi, así que decidí escoger uno de ellos, me inspiré enormemente y me hice mi propio patrón... como primera experiencia en estos lares no me ha salido del todo mal.
No comparto el patrón porque es una burda reproducción hecha como reto personal y para  para consumo propio de un diseño excelente, para quien lo quiera conocer: www.lalylala.com. Merece la pena echarle un vistazo.
Visto desde todos los lados.

Y posando para el book.

Y esto es lo que pasa cuando un fantasma se te atraviesa sin conocimiento (o con conocimiento) entre objetivo y modelo:

jueves, 15 de septiembre de 2016

La chaqueta divina.

Esta sí que tiene un par de añitos por lo menos, ya está un poco venida a menos pero todavía me tiene que dar el avío, que me costó muuuuchas horas hacerla.

Recuerdo ahora cómo fue el proceso y me doy cuenta de lo que se aprende con la práctica, por ejemplo a no comprar hilo para dos chaquetas, a anotar todo lo que se vaya improvisando o modificando del patrón, porque aunque estés segura de recordar lo que hiciste en una manga para hacer la siguiente, lo más seguro es que no sea así y tengas que volver a inventar procurando que te quede lo más parecida a la anterior. Y se aprende a ser más observadora, o en caso de tara mental en este sentido, a pedir a otros que observen por tí antes de salir a la calle con la chaqueta colocada. A modo de juego, te invito a descubrir dónde metí la pata de una forma dolorosa. Confieso que tardé mucho en darme cuenta y que hasta la fecha nadie se ha percatado del error, o al menos no me lo ha dicho, pero vamos, que no panda el cúnico, que de todo se aprende.


martes, 6 de septiembre de 2016

Triste y azul.

Quisiera haber puesto un trozo de la famosísima canción de Roberto Carlos, pero no... no hay por dónde cogerla, desde mi punto de vista, claro está, que si tuvo tanto éxito que hasta hoy somos capaces de cantarla de principio a fin, por algo sería, que desde el 79 ya ha llovido como para haberla borrado de nuestras mentes.
Y aquí está mi versión del gato triste y azul.


Y una curiosidad que me ha hecho mucha gracia, ¿te has preguntado alguna vez por qué el gato estaba azul, no pardo, ni negro, ni blanco sino azul? Pues yo sí, y hoy he encontrado la respuesta: por un error (supongo que intencionado) de los que tradujeron la primera versión del gato, que era en italiano. Y es que resulta que el gato original estaba "nel blu", o sea, en el cielo. Es fascinante lo de internet, se puede encontrar información de todo tipo, pero sobre todo chorradas, miles de millones de chorradas circulando en la red por los siglos de los siglos.