Esta sí que tiene un par de añitos por lo menos, ya está un poco venida a menos pero todavía me tiene que dar el avío, que me costó muuuuchas horas hacerla.
Recuerdo ahora cómo fue el proceso y me doy cuenta de lo que se aprende con la práctica, por ejemplo a no comprar hilo para dos chaquetas, a anotar todo lo que se vaya improvisando o modificando del patrón, porque aunque estés segura de recordar lo que hiciste en una manga para hacer la siguiente, lo más seguro es que no sea así y tengas que volver a inventar procurando que te quede lo más parecida a la anterior. Y se aprende a ser más observadora, o en caso de tara mental en este sentido, a pedir a otros que observen por tí antes de salir a la calle con la chaqueta colocada. A modo de juego, te invito a descubrir dónde metí la pata de una forma dolorosa. Confieso que tardé mucho en darme cuenta y que hasta la fecha nadie se ha percatado del error, o al menos no me lo ha dicho, pero vamos, que no panda el cúnico, que de todo se aprende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario