Esto sí que es culturizarse, el personaje que te enseño a continuación del rollo literario es fruto de un encargo inesperado. Ni sabía que existía semejante bicho o planta o lo que quiera que sea, pero los niños lo conocen todo, especialmente cuando se trata de juegos y de personajes ta estrafalarios como el que nos ocupa.
Igual que siempre digo, la red es una gran distribuidora de conocimientos y ésta (y otras miles) fue la imagen que me devolvió buscando según la descripción del chiquillo. Lo que no encontré fue su nombre, igual ni lo bautizaron, resultaría bastante complicado nombrar tal cosa.
Pero bueno, al margen de lo dicho, la verdad es que me gustó el encargo porque fue todo un reto para mi imaginación, entre otras cosas debido a que el bicho en cuestión no podía rellenarse, noooo, está hueco, es básicamente una boca abierta llena de dientes. Usando una aguja más pequeña que la que corresponde al hilo, conseguí darle consistencia y que no se deformara mucho, sin embargo no era suficiente, tuve que hacerle un armazón de alambre que quedaría oculto dentro de esos pedazos de labios.
Resuelto, ¿no?...pues no, ni qué va, después resultó tener muy poco pie para tan poca cabeza y constantemente se caía de boca, intenté equilibrarlo rectificando la postura con el tallo para variar el centro de gravedad pero tampoco, totalmente inestable,está claro que los que diseñan los dibujitos a veces desafían las leyes de la física. Así que, tirando de ingenio, base de metacrilato, a ver si es capaz de volcar otra vez, ¡hombre ya!
Y esto es el resultado, creo que al chiquillo de encantó, no sirve para jugar con él, porque se desbarata todo al primer toque, pero adorna tela la estantería de la habitación.
Resuelto, ¿no?...pues no, ni qué va, después resultó tener muy poco pie para tan poca cabeza y constantemente se caía de boca, intenté equilibrarlo rectificando la postura con el tallo para variar el centro de gravedad pero tampoco, totalmente inestable,está claro que los que diseñan los dibujitos a veces desafían las leyes de la física. Así que, tirando de ingenio, base de metacrilato, a ver si es capaz de volcar otra vez, ¡hombre ya!
Y esto es el resultado, creo que al chiquillo de encantó, no sirve para jugar con él, porque se desbarata todo al primer toque, pero adorna tela la estantería de la habitación.
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